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domingo, 7 de marzo de 2010

UN AGENTE DE DIOS EN LA TIERRA

SANTA CLARA, Cuba - Abril (www.cubanet.org) - En la primera página del Granma del viernes 8 de abril apareció el titular: "Juan Pablo II, hombre excepcional y luchador tesonero e incansable", refiriéndose al recientemente fallecido Papa de la Iglesia Apostólica Católica y Romana.

La ética ante la muerte de un ser humano no se puede confundir con la hipocresía burlesca usada por el régimen, para oportunistamente, como en este caso, sobredimensionar sólo las posiciones antibelicistas y antiliberales del Sumo Pontífice.

Castro, como todo gran actor, trató de convencernos en su discurso del día anterior que Karol Vojtila no fue un campeón de la democracia y luchador incansable a favor de los derechos humanos y acérrimo luchador contra el comunismo.

El órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en su segunda columna de la página de apertura tiene un verosímil subtitular: "El Papa no destruyó al campo socialista", intentando convencer al lector de las tendencias filosóficas del Obispo de Roma.

La respuesta a esta sarta de mentiras e hipocresías del Comandante de Verde Olivo está implícita en la revista "El Militante Comunista" de Noviembre de 1986 el cual textualmente expresa sobre Juan Pablo II: "Sabemos que la elección de un Papa polaco, fue una operación encubierta de la CIA para sacar a Polonia del campo socialista y lograr un enfrentamiento de la URSS contra EUA".

En estos tiempos en que el socialismo propugnado por los fidelistas de la isla está en franco retroceso no es conveniente un encontronazo ideológico con la imagen del primer Papa eslavo de la historia de la humanidad, por lo que para el castrismo, el famoso sucesor de San Pedro no jugó papel alguno en la caída del socialismo europeo.

En ese mismo periódico se observa una foto elocuente, en la que aparece Castro como una semisonrisa mezcla de cinismo con sardonismo, mientras se refería al jefe del estado del Vaticano por 26 años.

Mucho más gratificantes son los tres personajes que aparecen detrás del barbudo Mesías: el viceministro primero del interior General de División Carlos Fernández Rondín, represor por antonomasia; el General de Brigada Harry Villegas (Pombo), quien llevó la violencia terrorista a África y a América Latina, y junto a ellos Juan José Rabilero, Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución, la organización paramilitar encargada de vigilar o golpear a los no confiables, según las circunstancias.

Llegará el día en que todo nuestro pueblo aplique la lección del Sumo Pontífice cuando en nuestra tierra dijo a los cubanos: "No tengan miedo".

Por lo pronto, aunque ya existe un nuevo Papa en el Vaticano, los nacionales seguimos rindiendo merecido homenaje al hombre que sí fue un agente, aunque no de la CIA, sino un agente de Dios en la tierra.

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